martes, 30 de octubre de 2012

RENOVADA SIEMBRA



He florecido...
en el páramo vacío de mí misma
y espantado los inviernos  -anegados y profundos-
que en la desolada y desvalida estepa,
                               helaban sin piedad mi siembra.

Me he despojado de tinieblas
y he dejado el corazón desguarecido;
alguna que otra vez, incendiado, apasionado
y en otras... moribundo o afligido.
Aún así, glorificado y obstinado
                              permaneciendo vivo.

He despertado en el cieno y adormecido delirios.
He transmutado los sueños- pertrechos persistentes-
                       que resisten  tenaces al  olvido.
Y aún así, he florecido...
en el desierto sediento de mí misma
camuflando verdades  o aprendiendo a vestirlas
trocando al fin, inconsecuente
experiencias estériles y añejas,
                                     por nuevas semillas.
                 
He desplegado las alas
para alejar convicciones y certezas pesadas o inútiles.

He destilado halagos y juicios destemplados

sin obnubilarme, ni hundirme.

Y volver a empezar aprendiendo una vez, y otra vez

que florecer es sencillo - y posible-
pero no, en tierras viejas.

Que navegar es factible  con el velamen de los sueños alto

               aunque cargues el ancla del pasado a cuestas.
Para encontrar al fin la tierra fértil
que espera nuestra conquista
                                    y anhela una renovada siembra.
                                        ( Del libro "Entre Vuelos Mareas y Zozobras")

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