El aire tomará la consistencia etérea
de una mariposa besando la hierba...
Ondulará mis pasos, el suelo
con algodonosa caricia,
mientras corro a su encuentro.
Brillarán los diamantes azorados
del corazón, nuevamente ciego
mientras regalo contagiosas risas,
brillantes miradas, temblores nuevos...
Mientras espanto los silencios,
la soledad, los miedos...
Y bailarán las hojas, abandonadas del invierno.
Y escaparán los vientos destemplados
que asolaban mi cuerpo.
Curará las heridas y espantará el dolor
cuando llegue el amor... lo sé...
cuando llegue de nuevo...
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