de las manos humanas…
de las manos que la dañan
desollando sus entrañas.
Sangra la tierra
la imperturbable acción macabra
de tajear su rostro de piel verde
y derramar su verde savia.
La tierra nos grita, nos ruega
nos clama…
viva , doliente, antigua Pachamama.
Y su llanto se traduce, en aguas mortíferas
en huracanes indómitos y corrientes destructoras
Su grito nos arrasa!!!
Su tristeza, nos implora, con crecientes y temblores
y ardientes flamas…
Y mientras no podamos, ni sepamos
escuchar su verde canto…
de siglos, de milenios, de constantes agresiones
con inconsciente saña
no tendremos oídos, ni el alma abierta
para atender su reclamo.
La tierra se desangra…
¡Oh, querida Pachamama!!
Ojalá entendamos, que su lamento, tiene plazos…
el plazo del darse cuenta, y cambiar los hábitos.
El plazo de oír su voz
y entender su verde canto!!!
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