OCTUBRE
Llegaste desde octubre
mendigo de amor
y trashumante.
Mi piel estremecida
de estíos floridos
incendiaste.
Seguro y perspicaz
mi ser
glorificaste.
Mis ansias desmedidas
de sueños imposibles
contentaste.
Y desde octubre...
tengo el tiempo sumido
en la vorágine interminable
de tu juego.
Juego de amor
florido, y a la vez desierto,
donde tu sombra y la mía
inventan sacrilegios
Juego de amor, donde el silencio
se escribe solamente
con suspiros y besos.
CRISTINA VALIDAKIS
Publicado en "Leer el libro del Mundo" Neuquén 2012
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