con fragancias de rosales y silencios.
Te recibió mi euforia y solitaria inocencia
Te abrazaron mis miedos
Te celebraron mis sueños...
Entrabas a mi alcoba
con luces y serenas esencias
Te recibió la calidez de mi cuerpo.
Te abrazaron mis piernas.
Te celebraron mis caricias...
Entrabas a mi solitaria vida.
Y te marchabas...lentamente
llevándote
las últimas dulzuras
de mis perdidas alegrías.
Cristina Validakis
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