sábado, 23 de febrero de 2013

NUESTRAS SOMBRAS


NUESTRAS SOMBRAS

Mientras cae la tarde
           incendiando el horizonte,
mientras los añosos pinos
           se recuestan en las sombras
mientras todo se inunda
          de la tibia oscuridad,
mi prosaica silueta
          se convierte en otra sombra.

Y allí, abrazada por tinieblas
           y ecos prolongados por el viento,
recogida en los últimos
          fulgores opalinos de la tarde,
te espero...
te espero, interminablemente...

Más tu sombra,
          bifurcada en otras sombras
          arrastrada por espacios infinitos
se vislumbra en resplandores ambarinos,
y deja que mi espera interminable
se convierta en dos sombras
            que semejan una sola.
CRISTINA VALIDAKIS

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